En un abrir y cerrar de ojos
En un abrir y cerrar de ojos Los humanos tenemos la capacidad para abrir y cerrar los ojos de varias maneras, pero una de ellas ha causado enorme daño por milenios, sin que nunca nos hayamos dado cuenta. Una forma de abrir y cerrar los ojos natural Por ejemplo, los músculos del párpado, que son…
En un abrir y cerrar de ojos
Los humanos tenemos la capacidad para abrir y cerrar los ojos de varias maneras, pero una de ellas ha causado enorme daño por milenios, sin que nunca nos hayamos dado cuenta.
Una forma de abrir y cerrar los ojos natural
Por ejemplo, los músculos del párpado, que son los encargados del abrir y cerrar de ojos, son los más rápidos del cuerpo. En promedio, el ojo humano tarda, gracias a estos, entre 3 a 4 milisegundos para completar un parpadeo.
Así, este abrir y cerrar de ojos, que es 100% transparente, porque opera sin nuestra intervención ni percepción, es una bendición para la salud física de estos. Porque sin este parpadeo continuo, nuestra salud ocular se afectaría notoriamente.
¿Agradecemos este trabajo silencioso que nuestros párpados hacen por nosotros?
¿Qué forma de usar los ojos no da vida y cuál sí?
Nuestro señor Jesús, en respuesta a una pregunta de lo que se requiere para heredar la vida eterna, dio una ilustración que muestra una forma de cerrar los ojos que no lleva a la vida y otra forma de abrirlos que sí la lleva, al usar como ejemplo a un hombre que fue asaltado y dejado medio muerto en el camino que baja de Jerusalén a Jericó.
En el primer ejemplo. mostró que cuando pasó un sacerdote y luego un levita, los dos, a pesar de estar versados en la ley de Dios, cuando lo vieron, hicieron lo mismo: sin vacilar ni detenerse, al instante, cerraron los ojos de sus corazones y pasaron al frente para seguir su camino, olvidándose de lo que vieron. Luc 10:31,32
En gran contraste, cuando pasó un samaritano que no sabía mucho de ley de Dios, cuando lo vio, se detuvo y al abrir los ojos de su corazón la ternura que fluyó de este lo movió a cuidarlo y hacer todo lo necesario para que se recuperara. Luc 10:33-35; Exo 35:21; Pro 4:23
¿Qué aprendemos de esta ilustración de Jesús?
Dejó claro que, si queremos heredar la vida eterna, debemos abrir los ojos del corazón, porque desde el buen motivo de este podremos, sin mayor esfuerzo ser de real ayuda a las personas que nos rodean. Querremos hacer el bien. Porque estamos siendo movidos y enseñados por Jehová mismo a amar a nuestro prójimo. 1Tes 4:9; Luc 10:27
Una forma de abrir los ojos que quita la vida
Sin embargo, todos los seres humanos heredamos una forma de abrir los ojos que nos causa gran daño. Lo increíble de este abrir los ojos es que ha llegado a ser un hábito tan común, que la mayoría de la humanidad lo practica con inocencia, sin tener la menor idea del daño que nos causa a nosotros los que nos rodean.
De hecho, Jesús identificó al originador y el origen de esta costumbre como la raíz del pecado y de la muerte, según lo que les dijo con claridad a los fariseos, aquí en Jn 8:42-44
¿Cuál es este hábito mortal, cuándo y cómo se estableció?
Tal como no se nota el abrir y cerrar de ojos tampoco nuestros primeros padres lo notaron. Fue invisible. Pero sus consecuencias fueron inmediatamente visibles.